viernes, 15 de noviembre de 2013

¡Mis primeras 20 páginas!

Introducción
En las primeras páginas de este libro Gabriel García Márquez explica el sentido con el que ha escrito esta obra, que está basada en el naufragio de un barco que quedó a la deriva en Colombia. Tras este suceso apareció un sobreviviente que fue respaldado por el Gobierno que en aquella época era una dictadura. El gobierno puso al sobreviviente del naufragio como un héroe. Éste contó sus experiencias durante su viaje, de las cuales se aprovechaba el gobierno y él al publicar sus experiencias en el periódico. Todo se derrumbó debido a que la reconstrucción de los hechos y de las pruebas necesarias para reconstruir el momento afirmaba que el barco llevaba mercancías de contrabando y la sociedad colombiana al darse cuenta pues dejó de leer sus relatos. Gabriel García Márquez tras haberse informado y leído esta historia pues se decidió a escribirla.
Capítulo 1
Cómo eran mis compañeros muertos en el mar
El marinero que sobrevivió a la tragedia cuenta en este apartado lo que había sucedido y lo que sucedía en Mobile en Estados Unidos, que era la ciudad en la que la mayoría de sus compañeros marineros vivían cuando no estaban en la mar y donde estaban sus familias. Esta ciudad era el lugar desde donde se arrancó para realizar la travesía hasta el Puerto de Cartagena en Colombia. La víctima que sobrevivió al naufragio en esta ciudad se dedicaba a ver películas en el cine con su novia, y una vez vio una cuyo argumento se basaba en una tempestad, película recomendada por un amigo. Luis Alejandro Velasco (superviviente del naufragio) se asustó y tenía miedo de embarcarse hacia Colombia, aunque él no era el único de los marineros que era o presentía su última embarcación. Éste tras ver la película notó como si le pasara en la realidad y al fin de al cabo predijo sin enterarse la tempestad.
Los invitados de la muerte
En esta parte del capítulo 1 Alejandro Velasco conversa con los tripulantes del barco sobre sus planes cuando acaben de embarcarse en la mar y sobre lo que estaban haciendo y cómo estaban en ese momento en el que ya habían zarpado desde Mobile. En este momento estaban cruzando el golfo de México.
Capítulo 2
Mis últimos minutos a bordo del “barco lobo”
Se encontraban ya en el mar del Caribe, el 26 de febrero. Durante esta fase se inició el fuerte oleaje lo que hizo que parte de la tripulación se encontrara mal.  El único sobreviviente a la travesía le preguntó a un marinero que tenía experiencia en barcos el estado del barco y dijo que aguantaría el fuerte oleaje que estaba sucediendo. A Alejandro Velasco en ese momento le vino a la mente la película que vio con su novia.
Empieza el baile
El 27 de febrero, a la medianoche, los tripulantes recibieron la orden de pasarse al lado de babor para hacer contrapeso y estabilizar la embarcación. En este día continuaba e iba aumentando el nivel del oleaje, es decir, que empeoraba el estado de la mar para el barco. Algunos tripulantes del barco seguían con sus mareos y era imposible descansar por el movimiento del barco.
Un minuto de silencio
Por la noche, el buque se estaba escorando más hacia el mar, es decir, se estaba hundiendo poco a poco. Hasta que les llegó la orden de ponerse el salvavidas por lo que estaba pasando, ya que en cualquier momento puede envestirle al barco una ola y hundirlo. Esto fue lo que sucedió, debido a ello los tripulantes del barco fueron arrojados al mar. Alejandro Velasco siguió sin descanso de nadar para salir de la superficie para sobrevivir. Al estar en la superficie vio como el barco aparecía en la deriva y como si fuese un submarino.
Capítulo 3
Viendo, ahogarse a cuatro de mis compañeros
Tras pasar unos minutos de estar en el mar al ser arrojado por una ola, Alejandro Velasco escucho a sus compañeros a su lejanía porque él se encontraba lejos de ellos y del barco. El superviviente de la tragedia se agarró a las cajas que arrojó las olas hacia el mar, hasta que después de unos minutos alcanzó una balsa. En ella empezó a navegar para encontrar a sus compañeros que hacían señales como gritar o levantar la mano. Alejandro Velasco intenta acercarse a ellos pero le cuesta ya que navegaba en contra de la dirección de la brisa.
¡Sólo  tres metros!
Alejandro Velasco que se encontraba en la balsa no sabía por cuál de sus compañeros empezar a salvar. Él intentaba alcanzarlos pero se veía reducido porque la balsa navegaba dirigida por la dirección de la brisa, y él era incapaz de desplazarse mucho más de lo que podía por ello y por la longitud de la balsa. Al intentar alcanzarles numerosas veces se veía más desplazado de ellos y por lo tanto desaparecían en el mar por las olas. Creía que seguían vivos ya que en el barco se encontraban 6 balsas y era posible que cogieran alguna como él. Al aparecer en la deriva el mástil del barco creyó que en cualquier momento podían venir a rescatarle.
Solo
Alejandro Velasco se encontraba en la deriva y creía que le iban a rescatar en unas 2 o 3 horas aproximadamente. Anterior a esto, calculó el tiempo en el que sucedió la tragedia y resultaron ser 10 minutos. Decidió realizar un inventario de lo que tenía a bordo de la balsa, y se dio cuenta de una herida que le causó la caída sobre el mar al chocar contra el barco con forma de medialuna que se le había cicatrizado un poco.
Capítulo 4
Mi primera noche solo en el Caribe
Durante la noche, la brisa se calmó y Alejandro Velasco pensó en que vendrían a buscarle helicópteros. No sabía la dirección en la que navega y dedujo que iba hacia el interior del Caribe. Aún recuerda las voces de su compañero Luis, cuando él se encontraba nadando.
La gran noche
Alejandro Velasco se sintió inquieto porque se encontraba solo en la noche y los helicópteros no llegaban. Se sentía agobiado porque cada dos por tres miraba la hora del reloj, minuto a minuto. Aunque estaba sólo tuvo esperanza y fuerza de voluntad porque recordó un pasado muy bueno en el puerto con sus amigos al haber visto a la Osa Menor, que es la estrella que se sitúa en el norte geográfico.
Luz de cada día
Amaneció el día y se encontraba cansado porque no había dormido. Comenzó a reconstruir lo sucedido, y pensó que debería haber estado en la litera y ahora hubiera estado en Cartagena con ellos haciendo lo que quisieran. Pensó que su posición cuando ocurrió la tragedia no era la mejor y pensó que todo era culpa de la mala suerte.
Un punto negro en el horizonte

Al mediodía recordó Cartagena y pensó que sus compañeros habrían sido rescatados. De pronto vio un punto negro en el horizonte que se acercaba con gran rapidez hacia la balsa y  Alejandro se quitó la camisa para atraer su atención e intentar que lo rescatasen.

Impresiones
Este libro me ha empezado a gustar a partir de donde Alejandro Velasco se queda solo a la deriva en su balsa, y eso incita al lector, al menos a mí, a seguir leyendo este fantástico libro para saber que piensa en cada  momento o lo que le ocurre durante su travesía en el mar desamparado y solitario. El transcurso de la historia a empezado ser creciente, es decir , de más lento contando minuto a minuto la historia a pasar a contarla de forma más rápida de horas en hora. No hay nada más que decir acerca de las primeras 21 páginas de este libro porque aún me estoy adentrando en el interior del libro y queda mucha historia por narrar.

*Cada capítulo de este libro  posee dentro de sí apartados que narran la historia de Alejandro Velasco durante su naufragio.

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