Introducción
En las primeras páginas de este libro Gabriel García Márquez
explica el sentido con el que ha escrito esta obra, que está basada en el
naufragio de un barco que quedó a la deriva en Colombia. Tras este suceso
apareció un sobreviviente que fue respaldado por el Gobierno que en aquella
época era una dictadura. El gobierno puso al sobreviviente del naufragio como
un héroe. Éste contó sus experiencias durante su viaje, de las cuales se
aprovechaba el gobierno y él al publicar sus experiencias en el periódico. Todo
se derrumbó debido a que la reconstrucción de los hechos y de las pruebas
necesarias para reconstruir el momento afirmaba que el barco llevaba mercancías
de contrabando y la sociedad colombiana al darse cuenta pues dejó de leer sus
relatos. Gabriel García Márquez tras haberse informado y leído esta historia
pues se decidió a escribirla.
Capítulo 1
Cómo eran mis
compañeros muertos en el mar
El marinero que sobrevivió a la tragedia cuenta en este
apartado lo que había sucedido y lo que sucedía en Mobile en Estados Unidos,
que era la ciudad en la que la mayoría de sus compañeros marineros vivían
cuando no estaban en la mar y donde estaban sus familias. Esta ciudad era el
lugar desde donde se arrancó para realizar la travesía hasta el Puerto de
Cartagena en Colombia. La víctima que sobrevivió al naufragio en esta ciudad se
dedicaba a ver películas en el cine con su novia, y una vez vio una cuyo
argumento se basaba en una tempestad, película recomendada por un amigo. Luis
Alejandro Velasco (superviviente del naufragio) se asustó y tenía miedo de
embarcarse hacia Colombia, aunque él no era el único de los marineros que era o
presentía su última embarcación. Éste tras ver la película notó como si le
pasara en la realidad y al fin de al cabo predijo sin enterarse la tempestad.
Los invitados de
la muerte
En esta parte del capítulo 1 Alejandro Velasco conversa con
los tripulantes del barco sobre sus planes cuando acaben de embarcarse en la
mar y sobre lo que estaban haciendo y cómo estaban en ese momento en el que ya
habían zarpado desde Mobile. En este momento estaban cruzando el golfo de
México.
Capítulo 2
Mis últimos
minutos a bordo del “barco lobo”
Se encontraban ya en el mar del Caribe, el 26 de febrero.
Durante esta fase se inició el fuerte oleaje lo que hizo que parte de la
tripulación se encontrara mal. El único
sobreviviente a la travesía le preguntó a un marinero que tenía experiencia en
barcos el estado del barco y dijo que aguantaría el fuerte oleaje que estaba
sucediendo. A Alejandro Velasco en ese momento le vino a la mente la película
que vio con su novia.
Empieza el baile
El 27 de febrero, a la medianoche, los tripulantes
recibieron la orden de pasarse al lado de babor para hacer contrapeso y
estabilizar la embarcación. En este día continuaba e iba aumentando el nivel
del oleaje, es decir, que empeoraba el estado de la mar para el barco. Algunos
tripulantes del barco seguían con sus mareos y era imposible descansar por el
movimiento del barco.
Un minuto de
silencio
Por la noche, el buque se estaba escorando más hacia el mar,
es decir, se estaba hundiendo poco a poco. Hasta que les llegó la orden de
ponerse el salvavidas por lo que estaba pasando, ya que en cualquier momento
puede envestirle al barco una ola y hundirlo. Esto fue lo que sucedió, debido a
ello los tripulantes del barco fueron arrojados al mar. Alejandro Velasco
siguió sin descanso de nadar para salir de la superficie para sobrevivir. Al
estar en la superficie vio como el barco aparecía en la deriva y como si fuese
un submarino.
Capítulo 3
Viendo, ahogarse a
cuatro de mis compañeros
Tras pasar unos minutos de estar en el mar al ser arrojado
por una ola, Alejandro Velasco escucho a sus compañeros a su lejanía porque él
se encontraba lejos de ellos y del barco. El superviviente de la tragedia se
agarró a las cajas que arrojó las olas hacia el mar, hasta que después de unos
minutos alcanzó una balsa. En ella empezó a navegar para encontrar a sus
compañeros que hacían señales como gritar o levantar la mano. Alejandro Velasco
intenta acercarse a ellos pero le cuesta ya que navegaba en contra de la
dirección de la brisa.
¡Sólo tres metros!
Alejandro Velasco que se encontraba en la balsa no sabía por
cuál de sus compañeros empezar a salvar. Él intentaba alcanzarlos pero se veía
reducido porque la balsa navegaba dirigida por la dirección de la brisa, y él
era incapaz de desplazarse mucho más de lo que podía por ello y por la longitud
de la balsa. Al intentar alcanzarles numerosas veces se veía más desplazado de
ellos y por lo tanto desaparecían en el mar por las olas. Creía que seguían
vivos ya que en el barco se encontraban 6 balsas y era posible que cogieran
alguna como él. Al aparecer en la deriva el mástil del barco creyó que en cualquier
momento podían venir a rescatarle.
Solo
Alejandro Velasco se encontraba en la deriva y creía que le
iban a rescatar en unas 2 o 3 horas aproximadamente. Anterior a esto, calculó
el tiempo en el que sucedió la tragedia y resultaron ser 10 minutos. Decidió
realizar un inventario de lo que tenía a bordo de la balsa, y se dio cuenta de
una herida que le causó la caída sobre el mar al chocar contra el barco con
forma de medialuna que se le había cicatrizado un poco.
Capítulo 4
Mi primera noche
solo en el Caribe
Durante la noche, la brisa se calmó y Alejandro Velasco
pensó en que vendrían a buscarle helicópteros. No sabía la dirección en la que
navega y dedujo que iba hacia el interior del Caribe. Aún recuerda las voces de
su compañero Luis, cuando él se encontraba nadando.
La gran noche
Alejandro Velasco se sintió inquieto porque se encontraba
solo en la noche y los helicópteros no llegaban. Se sentía agobiado porque cada
dos por tres miraba la hora del reloj, minuto a minuto. Aunque estaba sólo tuvo
esperanza y fuerza de voluntad porque recordó un pasado muy bueno en el puerto
con sus amigos al haber visto a la Osa Menor, que es la estrella que se sitúa
en el norte geográfico.
Luz de cada día
Amaneció el día y se encontraba cansado porque no había
dormido. Comenzó a reconstruir lo sucedido, y pensó que debería haber estado en
la litera y ahora hubiera estado en Cartagena con ellos haciendo lo que
quisieran. Pensó que su posición cuando ocurrió la tragedia no era la mejor y
pensó que todo era culpa de la mala suerte.
Un punto negro en
el horizonte
Al mediodía recordó Cartagena y pensó que sus compañeros
habrían sido rescatados. De pronto vio un punto negro en el horizonte que se
acercaba con gran rapidez hacia la balsa y Alejandro se quitó la camisa para atraer su
atención e intentar que lo rescatasen.
Impresiones
Este libro me ha empezado a gustar a partir de donde Alejandro Velasco se queda solo a la deriva en su balsa, y eso incita al lector, al menos a mí, a seguir leyendo este fantástico libro para saber que piensa en cada momento o lo que le ocurre durante su travesía en el mar desamparado y solitario. El transcurso de la historia a empezado ser creciente, es decir , de más lento contando minuto a minuto la historia a pasar a contarla de forma más rápida de horas en hora. No hay nada más que decir acerca de las primeras 21 páginas de este libro porque aún me estoy adentrando en el interior del libro y queda mucha historia por narrar.
*Cada capítulo de este libro posee dentro de sí apartados que narran la historia de Alejandro Velasco durante su naufragio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario